Aunque los niños también necesitan tiempo para jugar solos y con otros niños sin la intervención de los adultos, las investigaciones en pediatría y psicología infantil demuestran que el tiempo de juego que pasan con nosotros también es tremendamente importante para ellos.
Normalmente, todos los niños anhelan pasar tiempo con nosotros. Consideran que les hacemos sentir especiales y es por ello que, cada vez más, debemos animarnos a buscar tiempo para jugar con nuestros hijos de forma regular. Y no solo con juegos individuales de tú a tú, sino también en grupo: con papá y mamá, y también con el resto de sus hermanos o hermanas.
Para estos días en que pasamos horas y horas con ellos en casa, os propongo algunas opciones de juego para que la situación no se os haga tan cuesta arriba y aprendáis a divertiros todos juntos.
Propuestas de juegos para niños y padres
A una gran mayoría de niños les encantan los juegos de simulación y creatividad. Por eso, dejad que sean ellos los que desarrollen el tema. Entrad en su mundo. Dejadlos que echen a volar su imaginación y que os hagan preguntas. Es una buena forma de divertirse. Aunque, eso sí, procurad no sobreestimularlos y sed capaces de reconocer cuando ha llegado el momento de parar.
Otra opción pasa por el uso de animales de peluche o títeres para representar situaciones de la vida real que les puedan enseñar a resolver problemas o a desarrollar habilidades sociales. Si dejamos, por ejemplo, que el títere demuestre la forma incorrecta de manejar una situación, podemos conseguir que el niño dé un vuelco a la situación propuesta y encuentre la manera de actuar correctamente. De este modo, seremos capaces de enseñarles cual es la mejor forma de desenvolverse ante ciertas situaciones cuando sean mayores.
Pero tenéis también otras opciones, como:
- Los juegos al aire libre con pelotas, hacer pasteles de barro, ir de excursión por el vecindario, o dar un paseo por la naturaleza en una zona cercana a vuestra casa.
- Elogiarlos y animarlos a través de juegos de cartas o juegos de mesa donde les ayudemos a aprender a jugar por turnos, a ganar y a perder de forma sana.
- Involucrarnos con ellos en un proyecto de artesanía modelando figuras de barro, pintando un cuadro o, incluso, haciendo galletas.
- Escuchar música y cantar juntos, o enseñarlos a tocar instrumentos rítmicos como la guitarra (o un simple teclado) para que aprendan a crear melodías sencillas.
- Leer un libro juntos y estimularlos a hacernos preguntas, o a que cambien la historia para inventar una nueva.
- Ver una película juntos e intentar averiguar qué fue lo que más les gustó y cómo se sintieron al verla para poder descubrir sus intereses y aquellas cosas que les molestan, ya sean palabras o acciones.
- Jugar a los típicos y tradicionales juegos de niños como el escondite, el pilla-pilla o el juego del pañuelo para estimularlos a hacer ejercicio.
Jugar con nuestros hijos nos permite crear un vínculo que perdurará para siempre y les permitirá sentirse queridos y apreciados. De este modo, abriremos la puerta para que aprendan a compartir sus problemas y preocupaciones cuando les surja la necesidad, y también nos ayudará, como padres, a conocer y a comprender sus singularidades. Pero, a la vez, también nos aportará un gran beneficio a nosotros mismos, pues será un fantástico modo de reducir el estrés que nos provoca el trabajo o situaciones como la crisis sanitaria que estamos viviendo.
¡Os animo a ponerlo en práctica y a que compartáis vuestras experiencias! ¡Felices juegos a todos!